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periodística
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La villa “ cinco estrellas”

Por María Laura González
laligonzalez768@hotmail.com
marialaugonzalez@uade.edu.ar 

La villa 31, ubicada en el barrio porteño de Retiro, resonó en los últimos tiempos en los medios por diferentes causas: intención de desalojo del gobierno de la ciudad, cortes de sus vecinos que se oponen a esto, y por los proyectos de urbanización en puerta. Pero, ¿de quiénes son estos terrenos?, ¿quienes deben hacerse cargo de la vida de las 70.000 personas que habitan la villa?
La villa crece, en altura y en extensión, las casillas y edificios que la componen ya se construyen debajo de la autopista Illia. Incluso, alguna edificaciones precarias en construcción, ya superan los cuatro pisos. Una nota publicada en el diario Perfil revela que el gobierno estaría dispuesto a dar un presupuesto a los habitantes de la villa para que abandonen esos terrenos, que pertenecen al gobierno nacional, específicamente al Organismo Nacional de Administración de Bienes (ONABE). Fernando Suárez, director de esta entidad, dijo a La nación que “la Dirección General de Fiscalización de Obras y Catastro (DGFOC) no puede hacer controles edilicios en este lugar porque pertenece a la Nación”. “No sé por qué el gobierno toma decisiones sin consultarnos. Espero que nos vengan a dar explicaciones. Nosotros queremos que nos urbanicen, no que nos muden”, explicaba a ese diario una vecina del barrio de emergencia. Otro vecino manifestó que “ni loco me voy de acá, estoy muy bien. Tengo un buen trabajo y puedo criar a mi familia. Aparte, para qué me voy a ir si acá no tengo que pagar luz, ni gas, ni los impuestos”.

En la 31 y la 31 bis tampoco perdieron oportunidad para hacer negocios. Gracias a la falta de terrenos, las propiedades crecieron en alto y benefició a los que alquilan las piezas como si fueran un hotel 5 estrellas, ese es el caso del Sheraton -ubicado en una esquina con vista privilegiada a Retiro-que cuenta con dormitorio en suite, cama matrimonial con vestidor, piso de madera símil parqué, griferías de calidad, baño con ventana a la calle y un quincho con parrilla. En el programa “La Liga”, de Telefé se mostró que se puede llegar a pagar de 10 mil pesos a 20 mil dólares por un cuartito de 3m2.
En cuanto a la construcción desmedida, Uno de los más beneficiados es el Centro de Materiales para la Construcción (Cemaco), el corralón que provee de ladrillos y demás materiales. En relación a esto, el carpintero Damián Moreira comentaba a diario Perfil en una nota, que “hace dos años con suerte me tocaba hacer trabajos en una pieza por semana, pero a partir del año pasado tengo un promedio de tres y en las peores, me tocan dos”. Los vecinos de la villa afirmaban en la misma publicación que “no hay límite de crecimiento ni regulaciones”. Sin embargo, en “La Liga se podía ver cómo la policía prohibía la entrada de materiales a pesar de ser para refacciones, como afirmaban los vecinos.
Este boom de casas y edificios de varios pisos, que se puede ver desde la autopista, merece ser regulado; esto planea un grupo de arquitectos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y manifiestan que “es de destacar que el anteproyecto resultante mereció ser declarado de interés por unanimidad de los miembros de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires mediante resolución 279/05; y sirve de base para el proyecto de ley “Plan de urbanización de las villas 31 y 31 bis” expediente 2913/08 impulsado por la Comisión de Vivienda de dicha Legislatura” También comentan que “Constituye así mismo el documento principal sobre el cual trabaja la Mesa por la Urbanización del Barrio, constituida por delegados y vecinos del barrio, con el apoyo y asesoramiento del Instituto de la Espacialidad Humana IEHu - FADU - UBA, Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia ACIJ, Center on Housing Rights andEvictions COHRE, y Madres de Plaza de Mayo línea fundadora”. De esta manera, parece que hay una solución en puerta para los habitantes de ese lugar que, en los comienzos de la gestión de Micra quiso desalojar la zona, pero después dio un paso atrás y negoció con el ONABE y con los arquitectos. El proyecto busca conciliar los conflictos entre el gobierno, la nación y los habitantes de la villa que buscan que los escuchen y les brinden una vivienda digna. Pero la pregunta es, ¿quiénes velan por sus derechos?. La respuesta quizás la tengan las autoridades que deben responder por ellos.

MAYO 2009-05-22

 


Nueva sección de opinión producida por los periodistas
que han escrito en las páginas
de El Mirador