INVESTIGACIÓN – Realidad Trans | Ser transgénero en Argentina. Trabajo sexual y baja expectativa de vida.

Por Belén Gueler

En los últimos años las mujeres trans fueron las más afectadas por los crímenes de odio. Los sucesivos informes del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio, que recopila datos de todo el país, lo demuestran. Muchas veces ocurre que las mujeres trans son excluidas de sus propios hogares luego de expresar su identidad. Además, en su mayoría no pueden acceder a trabajos formales y deben ejercer la prostitución como medio de subsistencia.
Como consecuencia directa de este hecho, el 90% de las mujeres trans subsiste ejerciendo el trabajo sexual. Como trabajadoras sexuales, estas mujeres están predominantemente expuestas a la violencia masculina, que muchas veces toma la forma de violencia policial. Sometidas a tres dimensiones de opresión por su condición de mujeres, trabajadoras sexuales y trans, este colectivo tiene una esperanza de vida entre 35 y 41 años.
Un informe de la Asociación Civil OTRANS muestra que el 73% de las personas travestis y trans que habitan las cárceles de la Provincia de Buenos Aires padece algún tipo de enfermedad. A lo largo del país, este porcentaje es del 55%. La enfermedad más común entre ellas es el VIH-SIDA, una consecuencia del trabajo sexual que se ven forzadas a ejercer.
La sistemática exclusión que atraviesan afecta negativamente cada ámbito de sus vidas: familia, salud, educación, trabajo, vivienda y seguridad. La internalización del estigma social y el miedo a vivir situaciones de discriminación generan conductas de autoexclusión, baja autoestima y abandono o frustración en el cumplimiento de sus proyectos de vida.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*